¿Cómo se hacen las plumas?
actualmente son tan populares, que cada día se fabrican millones de bolígrafos. Cada segundo se venden 300 en todo el mundo. Mira a tu alrededor, seguro que tienes uno a mano. Al lado del ordenador (computadora), cerca de tu celular (móvil), encima de unas libretas o cualquier papel de tu casa. Y es que han sobrevivido y continúan resistiendo a las nuevas tecnologías. Pero no siempre ha sido así. Depende del país también son conocidos como esferográfica, boli, birome, lápiz pasta, puntabola o plumilla.
Todo comenzó cuando el inventor del bolígrafo (el periodista húngaro Ladislao Biro) y su hermano York, que era químico, no estaban convencidos de la utilidad de la pluma ni los lápices (lapiceros) a la hora de escribir rápido.Por ese motivo, quisieron diseñar un instrumento más efectivo para escribir sus reportajes. En 1938, mientras observaban a unos niños que jugaban en la calle con unas canicas, se dieron cuenta que al atravesar éstas un charco, salían rodando y trazaban una línea de agua en el piso seco. aquí.
Con este concepto, acababan de inventar el bolígrafo, un artilugio que cada día pasa por nuestras manos y del que actualmente se fabrican con multitud de diseños. Pero, ¿cómo se fabrican los bolígrafos?.Esta empresa fue creada en el año 1950. La peculiar visión que BIC tenía del bolígrafo, hizo que rápidamente acaparase gran parte del mercado. Desde ese día, han fabricado ya más de 110.000 millones de unidades.
Para que te hagas una pequeña idea, si colocásemos todos ellos uno detrás de otro, podrían dar la vuelta al planeta Tierra más de 3.150 veces.
Incluso en estos años, en los que domina la tecnología táctil y los teclados de las computadoras, disponer de un bolígrafo que sea capaz de escribir más de dos kilómetros de tinta es muy útil.
Aunque simplemente sea para hacer cuatro garabatos, hacer anotaciones, escribir unos pocos números.
Pero para estar seguros de que todos los bolígrafos se han fabricado correctamente y que funcionarán a la perfección, es necesario realizar análisis y controles constantes que llevan a cabo técnicos especializados.
Los bolígrafos Bic son reconocidos mundialmente por su calidad de escritura. Por eso deben realizar constantemente controles de calidad.
La clave para hacer el bolígrafo perfecto reside en la pequeñísima bolita de metal que se encuentra en su punta. La función de esta bola es regular la salida de la tinta. Si el bolígrafo no se está utilizando, debe sellar el fluido.Pero cuando está escribiendo sobre un papel, debe girar suavemente y dejar pasar la cantidad justa de tinta.
Para asegurar que la mezcla es correcta y fluirá sin problemas, se debe analizar con una miniprensa que mide con extraordinaria precisión la densidad de la tinta. Es fundamental que no sea ni muy espesa ni esté muy aguada.
Posteriormente la tinta es introducida en un tubo de plástico que se conforma por extrusión y calor en un baño de agua.
Respecto al tubo de forma hexagonal del bolígrafo, se fabrica con un tipo de plástico llamado ABS (un material que soporta perfectamente las temperaturas extremas y los golpes).
Se obtiene calentando el ABS e inyectándolo en un molde que le da la forma a la caña o canuto del bolígrafo. Lo mismo sucede con el tapón y la tapa del boli.
Ya tan solo queda ensamblar todos estos componentes. Esta labor se realiza en una enorme sala de montaje, donde multitud de máquinas encajan las piezas durante las 24 horas del día.
Se cargan de tinta los tubos de plástico y se ensamblan a la punta. Todos los bolígrafos se examinan para comprobar que llevan todos los componentes y que disponen de tapones y tapas del color correcto.
Y así es como otra serie de bolígrafos ya está lista para salir al mercado y escribir postales, libros, novelas, cartas de amor, o simplemente notas de recordatorio. Pero lo que si es cierto es que cada uno de estos bolis podrá escribir, como mínimo 100.000 palabras.
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